La experiencia de usuario (UX), cumple un papel fundamental en el mundo profesional actual. Representa mucho más que crear interfaces atractivas; implica comprender las necesidades, motivaciones y expectativas de los usuarios, por sobre todo del usuario final. Una buena experiencia de usuario no sólo facilita la interacción con productos o servicios, sino que también genera confianza, fomenta la fidelidad del cliente y, por consecuencia, impulsa el éxito del negocio impactando en su rentabilidad. En un entorno en donde la competencia es cada vez más intensa y las opciones son abundantes, destacar en términos de experiencia de usuario se ha convertido en un diferenciador clave tanto para empresas como para profesionales de todos los sectores.